20 nov 2008

CAPÍTULO 3: BOLIVIA (II)

Continuación de "BOLIVIA (I)"


De Tupiza a Salo



Estuvimos alrededor de una hora dando vueltas, preguntando a choferes de movilidades que estaban desparramados por la ciudad preguntando para donde iban.
La terminal de buses fue nuestra última opción done de todas formas nos dijeron que la próxima flota salía a las 14.30 y estaba casi llena. Si bien a las 10.30 AM también salía otra ya estaban vendidos todos los cupos desde hacía casi 24 horas.
Finalmente entendimos por qué salía más del doble viajar en este medio de transporte; parece que este feriado es muy respetado por los bolivianos y se movilizan mucho en estos días.

La última opción que nos quedó fue ir a la tranca norte de Tupiza y esperar que algún desubicado se le ocurriera salir un domingo feriado en un camión o camioneta descargado para manejar por el famoso camino de mierda que Luque nos advirtiera días atrás era un /oror/.

Pasadas las 9 y luego de 5 km de tierra, polvo y piedras llegamos a la tranca.
Al parecer no éramos los únicos locos que pretendíamos viajar ese día; casi una decena de peregrinos y hasta un californiano estaban a la espera. Nos entretuvimos una media hora conversando en español, inglés e intentando aprender algo de quechua hasta que llegó un camión que iba hasta Salo, un pequeño pueblito ubicado a 22 km. De Tupiza.







Los paisajes que atravesamos durante estos 22 km. no tenían nada que envidiarle a los de hace 2 días que hiciéramos desde Arenales hasta Tupiza. Al parecer toda esta zona es muy bonita y a pesar de la altura es una pena que aún no está asfaltado porque serían lugares espectaculares para los ciclistas.




Llegados a Salo nos encontrábamos situados a 3268 m.s.n.m. esperando como nos hubiera explicado el camionero, movilidad para Uyuni, puesto que por aquí pasaba todo el tránsito proveniente de Villazón; Argentina y del oeste; Chile, que iba hasta esta ciudad en la que está la primera maravilla del mundo, el salar de Uyuni.




Durante horas nos dedicamos a escribir sobre nuestro viaje. La pasta que sobró de anoche fue nuestro almuerzo y ya que a las 6 AM no pasaba absolutamente nadie nos acomodamos para dormir en el predio de la tienda que atendía la simpática y tímida Rebeca.
Tienda, nuevo término empleado en Bolivia para hacer referencia a un pequeño comercio o almacén donde se venden desde golosinas, fideos, pan, helados, hasta pañuelos, queso de cabra, refrescos y toallitas higiénicas.







Luego de algunos inconvenientes ocasionados por algún borracho que estaba en la vuelta, quien nos orinara una de nuestras bicicletas en nuestras propias narices, Pablo se lo llevó a un lugar oscuro y conversó muy seriamente con él (por supuesto que no hubo agresión física) volviendo para instalarnos ahora dentro de la casa que perteneciente a la que pertenecía la tienda de invitados por Rebeca para evitar futuros inconvenientes. La noche la pasamos a la intemperie, aunque resguardados dentro de un patio interior, fue bastante fresca.




Continúa en "BOLIVIA (III)"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

amigos se olvcidaron del amigo ecuatoriano q conocieron jejeje
esta muy bien buena travesia

Pablo Rusiñol dijo...

Hola Ecuatoriano loco, gracias por escribirnos, sigue en contacto de tanto en tanto,
nosotros seguimos, por el momento, el viaje a "nuestra manera" por separado, pero tanto Pablo como
yo; Jazmín nos encontramos muy bien y muy contentos. Este viaje ha cambiado mi vida, las cosas
ya nunca volverán a ser lo que eran antes. Soy una nueva y mejor persona, ahora el crecimiento continúa,
siempre, de eso se trata la vida.

Gracias por escribir. Ahora tu pulcra y coloradita colchoneta está en manos de Pablo, espero que
la pueda utilizar para descansar su cuerpecito en la aventura. Ya no será cualquier colchoneta, ves?,
sino una con historia....

abrazos con aire marino,
desde el atardecer arrebolado de Valparaíso,
Jazmín